Cuando unos padres consultan por las dificultades de aprendizaje de su hijo, de una u otra forma, siempre está el miedo a que el futuro de su hijo sea complicado por no tener el suficiente talento.

Aunque abundan los ejemplos de personajes conocidos con fracaso escolar que  han logrado destacar por su increíble talento, cuesta confiar en que tu  hijo puede llegar a destacar por su talento, cuando cada día enfrentas y apoyas sus dificultades.

El talento puede ser innato o adquirido mediante el aprendizaje. Es fácil detectar a los niños de talento innato sobresaliente, pero mucho más difícil descubrir a los niños que pueden llegar a desarrollar su talento, si se les ofrecen y afrontan las experiencias de aprendizaje necesarias.

Diferenciar los aspectos específicos en los que  cada niño destaca, no es tan evidente como pudiera parecer cuando los expertos en educación hablamos del talento.

Sin embargo, con independencia de los talentos específicos que cada niño puede ir desarrollando a lo largo de su experiencia educativa, ya no hay ninguna duda del talento que tu hijo necesita para su futuro.

En un mundo que cambia de forma permanente y que nadie puede garantizar cuáles serán los talentos más demandados en el futuro, la capacidad de aprender rápida y eficazmente, conocida como   learnability, es el talento que todos los niños necesitan adquirir.

En la actualidad, capacidad de aprendizaje o learnability, se ha convertido en un factor determinante para la empleabilidad, hasta el punto que en un informe elaborado por Manpower Group, se concluye que el 65% de los trabajos en los que participará la generación Z, los nacidos a partir del 2000, no existen todavía. En este contexto, la capacidad de aprendizaje constante es el talento que tu hijo necesita para garantizarse un futuro profesional.

Aun cuando tu hijo tenga dificultades en sus aprendizajes, tiene la posibilidad de afrontar esas dificultades. Por eso, más que nunca es necesario aplicar neurociencia a la educación, ya que aprender es un proceso que ya viene programado genéticamente en el cerebro.

Aunque el cerebro está preparado para aprender, se necesita la actividad mediadora del agente educativo, ya que la principal finalidad del cerebro es sobrevivir y, por tanto, no está preparado para responder de manera eficaz a los retos que se enfrentan en la era del conocimiento, ni para evolucionar a la misma velocidad que el entorno.

En este momento, el ser humano cuenta con un neocortex muy desarrollado, que se ocupa de las funciones cognitivas de alto nivel, las que permiten manejar el miedo a la supervivencia, afrontar la incertidumbre y los riesgos propios de un entorno constantemente cambiante.

Las funciones del neocortex, se van adquiriendo y desarrollando a lo largo de todo el proceso educativo del niño. Por tanto, si los agentes educativos nos trasformamos en “entrenadores de funcionamiento ejecutivo” estaremos dotando a cualquier niño del talento que va a necesitar para desenvolverse con éxito en su futuro.

Adoptar el rol educativo de entrenar las funciones ejecutivas, es poco conocido pero más sencillo,  gratificante y útil que poner todo el peso en la transmisión de contenidos y adquisición de conocimientos.

Tener talento para aprender de forma eficaz y rápida requiere:

  • Capacidad de inhibición: es decir, ser capaz de dar respuestas adaptadas a la nueva situación, al tiempo que se ignora información irrelevante tanto interna como externa.
  • Flexibilidad: consiste en cambiar el foco de atención y planificar o dar respuestas adaptadas a las nuevas condiciones.
  • Memoria de trabajo: es la capacidad de almacenar temporalmente información para manipularla y transformarla.
  • Planificación: es la capacidad para generar objetivos, desarrollar planes de acción para conseguirlos y elegir el más adecuado, basándose en la anticipación de consecuencias.
  • Actualización: es el componente de las funciones ejecutivas que permite insertar y activar nuevas informaciones. Continuamente se están incorporando nuevas informaciones en el cerebro para su procesamiento, por lo que  necesita adquirir nuevos patrones sensoriales, motores y cognitivos. Favorece desarrollar la inteligencia y mejorar la adaptación al entorno.
  • Toma de decisiones: Permite identificar la mejor opción entre varias alternativas, para tomar la decisión más beneficiosa.
  • Regulación emocional: Requiere regular la intensidad y pertinencia de las emociones para adaptar la expresión emocional a cada situación concreta.
  • Empatía: Facilita identificar, percibir, compartir y comprender los sentimientos y emociones de otras personas.
  • Autoconciencia: Ser consciente de uno mismo permite identificarse y diferenciarse de los demás.

Según los investigadores en empleabilidad,  los trabajadores del futuro deberán ser: flexibles, que sepan controlar sus emociones, pensar y resolver problemas de forma creativa, capaces de adaptarse a los cambios, y motivados por las posibilidades que su empleo les ofrece de aprender.

Por tanto, sin duda, desarrollar la capacidad de aprender de tu hijo es el mejor talento que puede adquirir para su futuro.

 

¿Quieres descubrir cómo puedes hacerlo?

 

Consulta en la  web

 

https://www.dalecuerdaalcerebro.es/